El sector de las materias primas está entrando en una nueva era que requiere que las empresas transformen sus operaciones, creen nuevos modelos de negocio y fomenten una cultura digital. En este contexto, la industria de los minerales se enfrenta a un panorama de talento cambiante, que requiere nuevos conjuntos de habilidades en su fuerza laboral. Las empresas deben asegurarse de que su personal esté debidamente constituido para respaldar este proceso de transformación. En el sector de las materias primas, la tecnología no es un fin en sí mismo. El mayor impacto provendrá de la incorporación de diferentes tecnologías nuevas como un todo integrado y en toda la cadena de valor de la minería. Cada oportunidad es significativa en sí misma, pero solo es posible lograr el máximo potencial de todas las oportunidades si se persiguen de manera integrada. La clave para hacer esto es tener equipos multifuncionales que entiendan tanto las operaciones mineras como las tecnologías y que sean capaces de integrar nuevas tecnologías en las operaciones. Las empresas deben ser capaces de conseguir a las personas adecuadas con el conjunto de habilidades necesario para maximizar la creación de valor. Los mineros deben preparar a su fuerza laboral hoy para satisfacer las demandas de la era digital del mañana o arriesgarse al crecimiento y la innovación en el futuro. Con el tiempo, el trabajo minero evolucionará hacia trabajos basados en el conocimiento que resuelvan los mismos desafíos que hoy, pero lo hagan a través de diferentes medios y, al mismo tiempo, enfrenten nuevos desafíos. Las empresas mineras que reconozcan este cambio hoy y naveguen mejor por los cambios que se avecinan serán las ganadoras del mañana.