El invaluable y variado patrimonio construido del Perú, que tiene más de 14.000 años de antigüedad, desarrollado en diferentes contextos geográficos, con diversos materiales, técnicas y sistemas constructivos, se encuentra en latente peligro de perderse, tanto por el hecho de que nuestro país está altamente sísmico y con una larga historia de desastres naturales, como porque en los últimos 50 años ha sido afectado por condiciones económicas, sociales y políticas, lo que tiene obvias repercusiones en su conservación. Áreas y centros históricos a nivel nacional, contenedores de entornos urbanos y monumentos son áreas potenciales de trabajo. Es necesario y posible gestionar proyectos que posibiliten inversiones privadas y públicas, encaminadas a recuperar la calidad de vida de su población y la conservación de su patrimonio construido.